Sinopsis: El Teniente Daniel Kaffee es un joven y prometedor abogado de la Marina que tiene una excelente reputación. sin experiencia.
Sus superiores le confían la defensa de dos marines acusados de asesinato durante una acción disciplinaria. de un compañero.
Junto a él, la Comandante Gallowey, intentará saber la verdad del caso, pero ambos se encuentran con el inconveniente del Coronel Nathal R. Jessep.comienza el juicio y el caso adquiere unas implicaciones insospechadas.
Los acusados afirman que cumplían órdenes de Jessep y que la muerte de su compañero fue un accidente.
PREMIOS 1992: 4 nominaciones al Oscar, incluyendo actor secundario (Nicholson), montaje, sonido 1992: 5 nominaciones al Globo de Oro, incluyendo director, película drama, guión 1992: National Board of Review: Mejor actor secundario (Jack Nicholson)
Mi trocito favorito de la película
-Y ahora la pregunto, coronel Jessep, ¿ordeno Ud. El Código Rojo?
-No tiene que responder a esa pregunta
-Responderé a la pregunta. ¿Quieres respuestas?
- Creo que tengo derecho…
-¿Quieres respuestas?
-¡Quiero la verdad!
-¡Tu no puedes encajar la verdad! Vivimos en un mundo que
tiene muros, y esos muros han de estar vigilados por hombres armados.
-¿Quién va
a hacerlo? ¿Tu? ¿Ud. Teniente?.
-Yo tengo una responsabilidad mayor de la que tú
puedas calibrar jamás. Tú lloras por Santiago y maldices a los marines.
-Tienes
ese lujo. Tienes el lujo de no saber lo que yo se, que la muerte de Santiago,
aunque trágica, seguramente salvo vidas, y que mi existencia, aunque grotesca e
incomprensible para ti, salva vidas.
-Tu no quieres la verdad, porque en zonas de
tu interior de las que no charlas con los amiguetes, me quieres en ese muro, me
necesitas en ese muro (…)
-Usamos palabras como honor, código, lealtad. Las
usamos como columna vertebral de una vida dedicada a defender algo.
-Tu las usas
como gag. Y no tengo ni el tiempo, ni las mas mínimas ganas de explicarme ante
un hombre que se levanta y se acuesta bajo la manta de la libertad que yo le
proporciono, y después cuestiona el modo en que se la proporciono.
-Preferiría
que solo dijeras “gracias” y siguieras tu camino. De lo contrario, te sugiero
que cojas un arma y defiendas un puesto. De todos modos, ¡me importa un carajo a
que creas tú que tienes derecho!
-¿Ordeno el Código Rojo?
- Hice el trabajo que se me encargasteis
-¿Ordeno el Código Rojo?
-¡Por supuesto que lo hice, joder!
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