Cataluña y Andalucía vetarán el ‘vapeo’ en colegios y hospitales al igual que hará Chicago en los edificios públicos.
La UE trabaja en una normativa para estos dispositivos.
Si hay una palabra que ha ido haciéndose un hueco en nuestro vocabulario en 2013 esa es ‘vapear’. Y se lo ha ido haciendo porque cada vez es más común ver a personas ‘vapeando’, es decir fumando cigarrillos electrónicos. Muchas veces incluso en lugares públicos donde están vedados los pitillos tradicionales.
Sin embargo, puede que los ‘vapeadores’ no tarden en seguir el camino de los fumadores y se vean condenados a realizar esa acción en la calle o en la intimidad de su hogar.
Varios son los territorios y ciudades que tienen en su punto de mira a los cigarrillos electrónicos. Cataluña y Andalucía ya han informado de su intención de prohibir estos dispositivos, cuyas ventas se han multiplicado en los últimos años, en colegios y hospitales, entre otros edificios públicos.
Estas comunidades toman la delantera al Ministerio de Sanidad que, según la ministra Ana Mato, está trabajando con la Unión Europea en un marco normativo. “Los cigarrillos electrónicos es una cuestión que tenemos que regular”, afirmó el pasado mes Mato.
Con esta normativa a la que se refiere la ministra, la Unión Europea trata de acabar con el limbo legal en el que se encuentran estos dispositivos. La primera decisión de la Eurocámara es considerar los cigarrillos electrónicos como “productos de consumo” y no como “productos médicos”, por lo que su regulación será más flexible. Por ahora, los parlamentarios europeos siguen enfrascados en los debates para sacer adelante una nueva norma.
"Caballo de Troya"
La decisión de la Eurocámara de no considerar el cigarrillo electrónico como un producto médico contrasta con un informe del Consejo Superior de Salud de Bélgica en el que se asegura que debe venderse como un medicamento y limitarse su publicidad.
Los expertos consultados consideran que estos pitillos contienen sustancias tóxicas "en cantidades insuficientemente conocidas y cuya seguridad a largo plazo no ha sido suficientemente estudiada".
Además, en el estudio se afirma que “no siempre está probado” que los electrónicos ayuden a dejar de fumar y por lo que puede ser considerado “un caballo de Troya para el verdadero cigarrillo”.
Todas estas consideraciones llevan al informe a aconsejar que prohíban los pitillos electrónicos donde ya está prohibido fumar tabaco tradicional.
Quien también ha mostrado desconfianza ante estos dispositivos es la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha desaconsejado su uso hasta que un organismo regulador competente compruebe su efectividad, seguridad y calidad. "La afirmación de los beneficios implícitos para la salud asociados son infundadas o pueden basarse en informaciones inexactas o engañosas", señala la OMS. Además, la organización resalta que aún no se conocen el riesgo que pueda tener que la mezcla que se aspira vaya directamente a los pulmones.
Prohibido 'vapear'
Al igual que en la Unión Europea, al otro lado del charco, en Estados Unidos el cigarrillo electrónico también se encuentra en un limbo legal. Y como pasa en España, ya hay algunas ciudades que han decidido tomar la delantera y ponerle veto a estos dispositivos.
Es el caso de Chicago, cuyo alcalde, Rahm Emanuel, ha manifestado su intención de prohibirlos. No muy lejos, en Nueva York, el Ayuntamiento también está manejando la posibilidad de no dejar ‘vapear’ donde no se puede fumar.
Esa decisión ya la tomó hace dos años el Gobierno de Argentina, que prohibió el consumo de los cigarrillos electrónicos que tengan nicotina en los mismos espacios donde no se puedan fumar pitillos tradicionales. Otro de los países en los que ‘vapear’ está vetado en los edificios públicos es Francia, donde además un juez ha ordenado esta semana que estos dispositivos se vendan en estancos. El magistrado considera que las tiendas donde se despachan los cigarrillos electrónicos les hacen "competencia desleal".
El tabaco deja mucho dinero, y esto no conviene. Casi seguro que sera nocivo para la salud, pero pienso que el tabaco lo es mucho mas.
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