Cada vez hay más viajeros que optan por utilizar las redes sociales para contar su viaje en tiempo real y colgar autofotos (selfies) que demuestren lo bien que se lo están pasando y la de sitios que están conociendo.
Y también hay cada vez más usuarios de Facebook, Twitter, Instagram o Google+ que tienen que ver cómo sus contactos no paran de hacerse selfies, enviarlas por WhatsApp y colgarlas en las redes sociales para envidia de muchos y alegría de sólo unos pocos.
Aquí van 10 ejemplos de selfies habituales de los viajeros:
1. ¿A quién le interesan tus pies?
La típica selfie en la que aparecemos tumbados frente a la piscina o frente al mar es señal de que estamos de vacaciones y con una sensación de relax que puede provocar la envidia de los demás. Ten cuidado a quién envías este tipo de fotos porque a los demás les puede tocar… los pies.
2. ¡Ya he llegado!
Ya no es imprescindible llamar a nuestras casas para decir que hemos llegado bien a nuestro destino. Los padres y madres más tecnológicos se comunican por mensajería instantánea con sus hijos, que les mandan una foto desde la playa nada más llegar.
3. La selfie de “¡Qué bien me lo estoy pasando!”
Si eres de esas personas que se hace autofotos en la discoteca con sus amigos en un fin de semana normal, difícilmente evitarás la tentación de hacerlo también cuando estás en otro destino y colgar las imágenes en las redes sociales para que todos tus contactos sepan lo bien que te lo estás pasando.
4. Gafas de sol
Ahora no hay viaje sin selfie y puede que tampoco haya selfie sin gafas de sol. Las razones pueden ser varias: evitar la luz solar en nuestros ojos, lucir nuestro nuevo modelo de gafas… o tal vez ocultar las pruebas de haber disfrutado de una noche demasiado larga.
5. Selfie matinal
Hay gente está enganchada a las redes sociales desde que abre el ojo por la mañana y hasta que lo cierra por la noche. Lo primero que hacen es coger su Smartphone y ver qué se cuentan los amigos. Hacerse una foto nada más despertarse no es la mejor idea, pero si se está fuera de casa y queremos decir al mundo que vamos a aprovechar el día al máximo, pues habrá que hacerla…
6. Con la lengua fuera
Si estamos de viaje y con la lengua fuera no es sólo porque estemos cansados, sino porque nos estamos haciendo esa extraña selfie con nuestros amigos que no se sabe muy bien cómo debe interpretarse…
7. Ya no nos da “palo” hacernos selfies
El uso del famoso palo para hacernos selfies a una distancia más adecuada está cada vez más extendido y ya se está convirtiendo en un elemento básico en los equipajes de muchos viajeros que pueden afrontar cualquier problema menos el de no poder hacerse buenas selfies.
8. Malabarismos, los justos
Las fotografías en las que jugamos a crear la ilusión óptica de que sujetamos monumentos representativos son más complicadas si las hacemos como selfies. Al menos parece más sencillo hacer nuestra propia “autoversión” de otra foto típica como la de inclinarse junto a la Torre de Pisa…
9. ¿Cómo hago para que se vea la Torre Eiffel?
Si la altura de la Torre Eiffel ya hace difícil sacar una buena foto de ella, hacerlo con una sola mano y con el objetivo (nunca mejor dicho) de que se nos vea con la mayor parte posible de la Torre Eiffel ya es para nota…
10. La foto a lo “Boyhood”
Este tipo de imágenes estarán muy vistas, pero hay que reconocer que es bonito sacar una foto desde el suelo con nuestro smartphone con las cabezas apoyadas en las de nuestros amigos, pareja o familia y que ellos hagan lo mismo con sus teléfonos móviles.
Y también hay cada vez más usuarios de Facebook, Twitter, Instagram o Google+ que tienen que ver cómo sus contactos no paran de hacerse selfies, enviarlas por WhatsApp y colgarlas en las redes sociales para envidia de muchos y alegría de sólo unos pocos.
Aquí van 10 ejemplos de selfies habituales de los viajeros:
1. ¿A quién le interesan tus pies?
La típica selfie en la que aparecemos tumbados frente a la piscina o frente al mar es señal de que estamos de vacaciones y con una sensación de relax que puede provocar la envidia de los demás. Ten cuidado a quién envías este tipo de fotos porque a los demás les puede tocar… los pies.
2. ¡Ya he llegado!
Ya no es imprescindible llamar a nuestras casas para decir que hemos llegado bien a nuestro destino. Los padres y madres más tecnológicos se comunican por mensajería instantánea con sus hijos, que les mandan una foto desde la playa nada más llegar.
3. La selfie de “¡Qué bien me lo estoy pasando!”
Si eres de esas personas que se hace autofotos en la discoteca con sus amigos en un fin de semana normal, difícilmente evitarás la tentación de hacerlo también cuando estás en otro destino y colgar las imágenes en las redes sociales para que todos tus contactos sepan lo bien que te lo estás pasando.
4. Gafas de sol
Ahora no hay viaje sin selfie y puede que tampoco haya selfie sin gafas de sol. Las razones pueden ser varias: evitar la luz solar en nuestros ojos, lucir nuestro nuevo modelo de gafas… o tal vez ocultar las pruebas de haber disfrutado de una noche demasiado larga.
5. Selfie matinal
Hay gente está enganchada a las redes sociales desde que abre el ojo por la mañana y hasta que lo cierra por la noche. Lo primero que hacen es coger su Smartphone y ver qué se cuentan los amigos. Hacerse una foto nada más despertarse no es la mejor idea, pero si se está fuera de casa y queremos decir al mundo que vamos a aprovechar el día al máximo, pues habrá que hacerla…
6. Con la lengua fuera
Si estamos de viaje y con la lengua fuera no es sólo porque estemos cansados, sino porque nos estamos haciendo esa extraña selfie con nuestros amigos que no se sabe muy bien cómo debe interpretarse…
7. Ya no nos da “palo” hacernos selfies
El uso del famoso palo para hacernos selfies a una distancia más adecuada está cada vez más extendido y ya se está convirtiendo en un elemento básico en los equipajes de muchos viajeros que pueden afrontar cualquier problema menos el de no poder hacerse buenas selfies.
8. Malabarismos, los justos
Las fotografías en las que jugamos a crear la ilusión óptica de que sujetamos monumentos representativos son más complicadas si las hacemos como selfies. Al menos parece más sencillo hacer nuestra propia “autoversión” de otra foto típica como la de inclinarse junto a la Torre de Pisa…
9. ¿Cómo hago para que se vea la Torre Eiffel?
Si la altura de la Torre Eiffel ya hace difícil sacar una buena foto de ella, hacerlo con una sola mano y con el objetivo (nunca mejor dicho) de que se nos vea con la mayor parte posible de la Torre Eiffel ya es para nota…
10. La foto a lo “Boyhood”
Este tipo de imágenes estarán muy vistas, pero hay que reconocer que es bonito sacar una foto desde el suelo con nuestro smartphone con las cabezas apoyadas en las de nuestros amigos, pareja o familia y que ellos hagan lo mismo con sus teléfonos móviles.
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