Disfruta de una piel mucho más suave, firme y rejuvenecida gracias a los beneficios extraordinarios del aceite de argán. El aceite de argán es una fuente extraordinaria de bienestar, salud y belleza para tu piel. Su textura ligera y fluida, junto con sus propiedades nutritivas y anti-envejecimiento, lo convierten en un aceite cosmético único.
Es muy rico vitamina E (tocoferol), un potente antioxidante que protege tu piel frente a los radicales libres causantes del envejecimiento. También está compuesto en un 80% por ácidos grasos insaturados, que nutren y regeneran intensamente la epidermis.
La extracción del aceite de argán se realiza mediante el prensado en frío de las almendras de argán con prensas mecánicas de lenta rotación, de modo que la temperatura no exceda de 60ºC.
Esto hace que el aceite de argán conserve todas sus propiedades nutritivas, fundamentalmente la vitamina E.
Aplicación: Puedes usarlo en rostro, cuerpo, cabello y uñas.
Dosifica unas gotas de aceite de argán sobre la mano calentando el aceite con las yemas de los dedos, o bien aplícalo directamente sobre la piel del rostro y/o cuerpo. Aplícalo mediante un suave masaje. Gracias a su rápida absorción y textura ligera permite que puedas vestirte justo después de su aplicación.
Es recomendable aplicarlo después de la ducha, con la piel aún húmeda, ya que de este modo se extiende mejor y ayuda a retener la humedad en la piel.
Como mascarilla capilar aplica la cantidad suficiente de aceite de argán en el cabello húmedo y déjalo actuar durante 20 minutos. A continuación lávate el pelo de forma habitual con un champú suave. No deja sensación grasa.
Aplícalo en manos, pies y uñas como tratamiento reparador.
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