Trucos y remedios para las ampollas
Las ampollas o ámpulas son el resultado de una fricción o roce constante que tiene una parte de la piel (pies, manos, etc.) con un objeto (calzado, raqueta de tenis, herramienta de jardín, entre otros)
El objetivo de una ampolla, al igual que un calambre muscular, es avisar que cierta actividad que se realiza debe ser reducida, ya que está forzando o lastimando cierta parte del organismo siendo en este caso, la piel.
Remedios populares
Remedio para las ampollas 1: Frotar ligeramente el área con un cubo de hielo para alejar el dolor que crea la formación de una ampolla.
Remedio para las ampollas 2: Confeccionar un apósito de algodón con hojas de repollo hervidas en leche y luego aplicar caliente tres veces al día.
Remedio para las ampollas 3: Confeccionar una cataplasma con zanahoria rallada y aplicar directamente sobre la región afectada.
Remedio para las ampollas 4: Aplicar el jugo de 2 ó 3 dientes de ajo directamente sobre la ampolla.
Remedio para las ampollas 5: Verter unas gotas de aceite esencial de lavanda en una gasa y colocar sobre la ampolla. (remedio de aromaterapia)
Remedio para las ampollas 6: Aplicar una pasta de harina de maíz y miel si la ampolla se revienta para evitar una infección.
Remedio para las ampollas 7: Aplicar una capa de gel de áloe vera si se revienta una ampolla.
Remedio para las ampollas 8: Aplicar, mediante una bolita de algodón, aceite del árbol del té mezclado con agua sobre las ampollas 2 veces al día con el fin de calmar el dolor y prevenir infección.
Recomendaciones
No reventar, en términos generales, la ampolla. Con el fin de evitar el riesgo de una infección, se recomienda no perforar una ampolla. Sin embargo, existen especialistas que aconsejan drenar una ampolla si ésta es demasiado grande o está ubicada en una zona donde se recarga el peso corporal.
En este caso, se aconseja lavar la ampolla con agua y jabón o pasarle un algodón con alcohol o agua oxigenada. Luego, pinchar con una aguja desinfectada con alcohol o con la llama de un fósforo (La incisión debe ser pequeña, pero apropiada para permitir que salga el líquido) Posteriormente, secar el líquido con una gasa antiséptica y luego aplicar un pequeño vendaje con una abertura en el centro para que penetre el aire.
No retirar la cubierta. Si se ha drenado o reventado la ampolla, no se debe retirar la cubierta (la piel que cubre la ampolla), ya que la zona terminará muy enrojecida, sensible e irritada. Es mejor dejarla puesta para que proteja la piel hasta que sane completamente.
Escoger un material sencillo de protección. Además de la cubierta natural de piel de la ampolla, se recomienda cubrirla y protegerla con una venda adhesiva flexible. Sin embargo, cuando la ampolla es demasiado grande, se aconseja los apósitos de gasa estéril y para fijarlos se emplee cinta adhesiva a prueba de agua.
Ventilar un poco la ampolla. Se aconseja remojar la ampolla en agua y dejarla al aire libre para que se ventile durante toda la noche con el fin lograr una más rápida curación.
Cambiar las gasas húmedas o mojadas. Si las gasas se han mojado por alguna razón, se puede considerar que se ha contaminado y debe cambiarse. Esto significa que se deberá cambiar las gasas con bastante frecuencia si los pies transpiran mucho o si realiza actividades que produzcan sudación y las humedezca.
Como medida de prevención, se recomienda lo siguiente:
Frotar con alcohol las zonas de la mano que estarán expuestas a alguna tarea no habitual.
Aplicar un pedazo de cinta adhesiva o una almohadilla sobre el área que puede irritarse por la fricción.
Probar una plantilla. Las ampollas que aparecen en la parte trasera del pie por lo regular se deben a que el talón del zapato fricciona el talón del pie en esa zona. Por ello, se recomienda el uso de una cuña en el lugar correspondiente de su zapato para elevar el talón.
Rociar polvo o aplicar vaselina. Para evitar rozamiento en los pies lo mejor es aplicar un talco de bebé antes de ponerse las medias. Si se efectuará ejercicios como correr, jugar un partido de tenis o cualquier cosa parecida y no se desea usar medias, lo mejor es protegerse con una capa de petrolato o vaselina en las zonas propensas a las ampollas.
Usar medias nuevas para zapatos nuevos. Si se estrenará un par de zapatos, lo primero que debe hacer es usar medias nuevas preferiblemente de acrílico porque están fabricadas en capas y están diseñadas para absorber la fricción que el pie pueda padecer. Las medias viejas y de otro material pudieran no tener la capacidad de proteger el pie del rozamiento del calzado nuevo. Si no puede adquirir o conseguir medias nuevas, se aconseja ponerse dos pares de calcetines.
Acudir a un doctor si se observa enrojecimiento, inflamación,calor y dolor intenso, ya que pudiera tratarse de una infección.
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