La alegría resulta tan atractivamente misteriosa que tiene algo de inexplicable.
Enlaza con lo más vivo de la vida y sin ignorar lo que tarde o temprano nos aguarda.
Hay quienes destellan alegría y todo lo impregnan de un sentido que alumbra lo más sencillo, es un modo de ser y de sentir.
Hay quienes son alegres, y no siempre con una singular razón, y da gusto estar a su lado.
Es como si contemplaran el privilegio que supone respirar, esperar y desear, como si fueran explícitamente conscientes de que en cada instante habita una enorme posibilidad, la de una intensidad extraordinaria.
Ello les hace capaces y atractivos.
La alegría aviva y reaviva la existencia y generarla es toda una tarea que, tiene que ver con nuestros valores y con quienes compartimos camino, tareas y desafíos.
No es aconsejable vivir sin alegría, hemos de crearla, vinculando nuestro hacer a quienes deseamos ser.
Feliz Lunes, os deseo un comienzo de semana alegre y positiva ;)))
Silvia Pérez Olmos
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