Esta es una afirmación que nos sigue costando entender, especialmente porque seguimos dando por hecho que para obtener todo eso son necesarios factores externos no controlables.
Todas las cosas que crees pero no te cuestionas, son tus paradigmas personales.
Y todos ellos se acaban convirtiendo en tu pensamiento común.
Por otro lado, uno de los miedos más extendidos es el que le tenemos al cambio.
Pero si además sumamos paradigmas personales con dichos miedos, lo que nos da como resultado es inmovilidad, bloqueo y estancamiento.
Otra cosa importante a resolver para obtener felicidad es, como decía Buda “Renunciar a todo deseo”. Pero esto no significa no cambiar de coche, evitar aspirar a un trabajo mejor o dejar de intentar estar con la pareja de tus sueños; lo que nos dice Buda es que renuncies a la ansiedad que te provoca tener la mente proyectada en el futuro hasta que consigues dichos deseos…
Estos y otros muchos son conflictos muy arraigados en nuestras mentes, y nuestro pensamiento común acostumbra a decir que no se pueden cambiar o que es muy difícil hacerlo.
Entonces el famoso “miedo al cambio” hace su puesta en escena, haciéndonos sentir cosas desagradables que nos otorgan certidumbre para que, finalmente, le demos la razón…
Recuerda, todo deseo, paradigma limitante y, por supuesto cualquier miedo, provoca en ti y en tu cuerpo una tensión física.
Así que siéntate y cierra tus ojos, relajándote unos segundos.
A continuación piensa en algún deseo, paradigma limitante, o miedo y obsérvate para descubrir donde sientes la tensión asociada. A continuación, respira profundo varias veces y déjala ir…
“El ego prefiere llevar razón a ser feliz.
El Amor es feliz, luego lleva razón…”
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