Cómo te comes la pizza??

El universo de los estudios de personalidad es infinito y nunca deja de sorprendernos.
Cuando no es a través de la música que escuchamos, de la manera en que escribimos, de los coches que conducimos, de los amigos que elegimos o del corte de pelo que llevamos es a través de la manera en que comemos pizza que se puede deducir nuestra personalidad.

Atrás quedaron los tiempos en que la lectura de las líneas de la mano servía para tal propósito. Ahora lo que se lleva es leer la manera de comer pizza. Ahí es ná.
Desde que la pizza aterrizó en nuestras vidas, se han distinguido dos tipos de personas: los que se comen el borde de la pizza y los que no.
Enfrentadas desde tiempos inmemorables, estas dos posturas suscitan todo tipo de comentarios en los que se cuestiona una sencilla razón, ¿puede el borde de la pizza determinar la personalidad? Francesco's, artífice de la que se ha convertido en #lamejorPizzadelMundo, profundiza en este eterno enfrentamiento, va un paso más allá de la mera cuestión del borde y revela lo que nuestra manera de comer pizza dice sobre nosotros.
Dime cómo te comes la pizza y te diré cómo eres
1. Te comes el borde
Eres una persona decidida, tradicional y fan incondicional de la pizza. Tanto que, de no ser porque la caja es de cartón, lamerías las esquinas de queso y tomate hasta sacarles brillo.

Porque un pedazo de pizza no se acaba donde termina el queso, la masa es algo jugoso de lo que también se pude disfrutar, ¿no?
2. No te comes el borde
Ups, entonces eres de los que hacen distinción entre la vida “con” y “sin” sabor. Eres una persona que sabe lo que quiere y va a por ello, dejando de lado toda distracción y disfrutando de cada pequeño detalle. La combinación de ingredientes y texturas te resulta tan sabrosa, que bien podrías considerarla un pecado capital.
3. Doblas tus porciones de pizza
Al parecer, las personas que pliegan las porciones de sus pizzas no tienen miedo de ensuciarse las manos. Además, lo suelen hacer con un propósito claro en la cabeza: ahorrar tiempo. Dichas personas son prácticas y evitan las complicaciones. Van directas al grano y las formas nos les condicionan para nada.

4. Dejas el centro para el final
Puede que sea por guardar lo mejor, pero ¿quién demonios es capaz de resistirse a ese bocado chorreante, sabrosísimo y lleno de queso de la parte central de la pizza? Una tentación a la que resisten más personas de las que creemos y que son personas decididas, con una gran personalidad y, a menudo, con necesidad de llamar la atención con sus gestos y acciones.

5. Con cuchillo y tenedor
Las personas que usan los cubiertos para comer su pizza son estables, tranquilas, organizadas y metódicas. La educación, las formas en la mesa y, por supuesto, el protocolo priman sobre todo lo demás. Son políticamente correctas y se aseguran de que todo el mundo tiene su porción de pizza antes de coger la suya.
6. Reservas los bordes de postre
Hay una pequeñísima parte de la población, que se deleita con cada bocado de su suculenta y sabrosa pizza, dejando apartados todos y cada uno de los bordes, perfectamente cortados y alineados a un lado del plato para saciar las ganas de más al final. Quizá incluso con el toque de algún aderezo como salsas o algún otro ingrediente. Son pacientes y no les importa esperar para obtener su recompensa. Porque con la pizza, nada es suficiente.