martes

8 abrazos al día

10 razones fundamentadas de por qué necesitamos un mínimo de 8 abrazos al día!
Sin duda alguna la terapia del abrazo es una poderosa forma de curar. Investigaciones demuestran que abrazar (también reírse) es muy efectivo para curar enfermedades, y es especialmente eficaz para la ansiedad, soledad, estrés, y la depresión.
Abrazar nos ayuda a vivir mejor, nos relaja, nos ayuda a mejorar nuestro humor y mantenerlo por largo tiempo.
Las personas que reciben más cantidad de abrazo por día tienden incluso a vivir por más tiempo.
Las investigaciones muestras que cuando se abraza fuertemente en condiciones donde los corazones de las personas están presionados uno contra el otro puede producir los siguientes beneficios:
Los abrazos fortalecen el sistema inmunológico: La suave presión encima del esternón y la carga emocional que esto crea activa la energía interna. Esto estimula la glándula timo, la cual equilibra y regula la producción de los glóbulos blancos en la sangre, ayudando a mantenernos sanos y libres de enfermedades.
Abrazar relaja los músculos: Los abrazos liberan tensión del cuerpo, también pueden aliviar el dolor, aumentando la circulación de los tejidos blandos.
Los abrazos equilibran el sistema nervioso: quien recibe y da abrazos muestra un cambio de conducta de la piel. El efecto de electricidad y humedad en la piel genera un equilibrio en el sistema nervioso-parasimpático.
Los abrazos aumentan los niveles de oxitócica: estos curan los sentimientos de soledad, ira y aislamiento.
El toque nutritivo de un abrazo genera confianza: al igual que genera un sentido de seguridad, lo cual ayuda a la comunicación abierta y la honestidad.
Abrazar aumenta la autoestima: desde que nacemos nuestra familia nos está brindando cariño y afecto. Las sensaciones táctiles que se generan cuando se reciben un abrazo se asocian a la autoestima, porque los abrazos nos recuerdan el cariño y afecto de los demás hacia nosotros.
Los abrazos son tan efectivos como la risa y la meditación: estos tres elementos nos enseñan a dejar ir y estar presentes, nos ayudan a fluir con la energía de la vida.
Los abrazos nos enseñan a dar y recibir: abrazarse fomenta las relaciones humanas sin egoísmo. Nos educan en como fluye el amor en ambas partes.
Abrazarse prolongadamente aumenta la serotonina: esto aumenta el estado de ánimo creando buen humor y felicidad.
El intercambio de energía que se recibe en los abrazos aporta a la relación: este hecho fomenta la empatía y la compresión, factores que fortalecen las relaciones humanas.
La respetada terapeuta familiar tiene un dicho que dice que:
“necesitamos cuatro abrazos al día para sobrevivir.  Necesitamos ocho abrazos al día como mantenimiento.  Necesitamos doce abrazos al día para el crecimiento”.
 “Ocho o más podría parecer bastante alto, pero al mismo se da cuenta de que la necesidad de abrazos es orgánica y profunda.
Y el amor, es una droga milagrosa.

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