Según el Feng Shui, una planta o unas flores situadas en un lugar determinado de la casa, pueden cambiar a mejor muchos aspectos de nuestra vida.
De hecho, simbolizan la vida, el crecimiento y la abundancia. De los cinco elementos de este arte milenario, se asocian a la madera, relacionada con entornos cálidos y agradables. Por eso, es recomendable tenerlas, esos sí, siempre frescas y en buen estado, en agua limpia y que no emitan perfumes desagradables.
Orquídeas, geranios, rosas de colores claros y en general, las flores blancas y de hojas redondeadas atraen la prosperidad. Plantas como el árbol del dinero son portadoras de fortuna y las rosas rosas refuerzan el amor y la felicidad.
Como flor yang, la estrelicia o ave del paraíso, originaria de África, es ideal para lugares de trabajo donde se necesita ser rápidos y eficientes. Si la arreglamos en estructura vertical, ayuda a superar y a neutralizar las pérdidas materiales. Además, es una flor preciosa, formada por pétalos azules y naranjas.
Como cuidado de la salud, el Feng Shui recomienda otra flor yang, las margaritas amarillas, y para proteger el hogar, una flor yin, las hortensias.
Los crisantemos aportan alegría y felicidad y para mejorar las relaciones de pareja, rosas rojas colocadas en un jarrón blanco en la mesita de noche. Aunque, si se busca tener hijos, es mejor colocar una cesta de frutas, símbolo de la fertilidad. Si queremos atraer la amistad, debemos colocar o regalar jazmín.
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