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TARTA MOUSSE DE QUESO CREMA 
CON INTERIOR DE FRESA
Hoy por ser el Día de los Padres queremos hacer un postre.
Seguro que más de una vez te has quedado pegado a la vitrina de una pastelería mirando esas bonitas tartas de tipo semifrío. Impresionar a tus invitados con una tarta de este estilo es mucho más fácil de lo que te imaginas.
Así que esta tarta mousse de queso crema con interior de fresas es ideal para eso, pues permite que te luzcas con tu buen hacer en la cocina, sin complicarte demasiado.
 Aprovecha para hacerla ahora que están las fresas de temporada, aunque si no son tu fruta preferida, siempre puedes probarla con frambuesas, moras o arándanos, pues cualquiera de ellas casará a la perfección con la suave mousse de queso crema.
Ingredientes para cuatro personas
Para la base: 1 plancha de bizcocho genovés casero o comercial
Para la mousse: 6 g de hojas de gelatina, 100 g de queso crema, 50 g de nata, 35 g de leche, 25 g de azúcar, 2 yemas de huevo M, 175 g de nata semimontada
Para el interior de fresas: 200 g de fresas trituradas, 15 g de azúcar, 7 g de hojas de gelatina
Cómo hacer tarta de mousse de queso crema con interior de fresas
Comenzaremos preparando el bizcocho genovés en forma de plancha o bien un disco de uno comercial, cortando con un aro metálico de emplatar de 16 centímetros de diámetro, un disco. Que envolveremos en papel film de cocina y lo congelaremos para manejarlo después mejor, y le colocaremos si tenemos una tira de acetato en su interior para desmoldarlo más fácilmente.
Para hacer el interior: necesitaremos un aro un poco más pequeño que el anterior, de aproximadamente de 14 centímetros de diámetro. Que forraremos por su parte exterior y base con film de cocina transparente para que aguante el líquido interior mientras se congela. Ponemos las hojas de gelatina a hidratar en agua fría durante 10 minutos.
En un cazo echamos el puré obtenido de triturar las fresas.
Si no queremos encontrar las pepitas tendremos que colarlo. Calentamos el puré con el azúcar hasta casi su ebullición, retiramos del fuego y le añadimos las hojas de gelatina escurridas. Removemos para que se deshagan y vertemos en el aro preparado colocado encima de una bandeja pequeña. Congelamos hasta que gelifique.
Una vez congelado el interior de fresas, lo desmoldamos con cuidado y lo mantenemos en el congelador mientras que preparamos la mousse de queso crema.
Para la mousse: ponemos a hidratar las hojas de gelatina en agua fría durante 10 minutos. Por otra parte, en un cazo calentamos la leche, los 50 gramos de nata líquida y el azúcar. Lo llevamos a ebullición, separamos del fuego y sin dejar de remover vamos vertiendo el líquido sobre un bol donde tendremos las yemas de huevo batidas. Antes de que enfríe esta mezcla, escurrimos las hojas de gelatina y las añadimos, removiendo y vigilando que se fundan.
Añadimos con unas varillas el queso crema a temperatura ambiente y por último montamos la nata, pero no en exceso y la añadimos con cuidado a la mezcla anterior.
Montaje de la tarta: En el aro de emplatar de 16 centímetros forrado con film de cocina por su exterior y acetato en su interior, colocamos el disco de bizcocho. Añadimos la mitad de la mousse de queso y llevamos al congelador durante 10 minutos.
Una vez pasado el tiempo colocamos el disco centrado de interior de fresas y recubrimos con el resto de mousse de queso. Alisamos con una espátula la superficie.
Congelamos durante unas horas.
Desmoldamos del aro la tarta, y la decoramos con fresas frescas. Dejamos descongelar en la nevera hasta el momento de servirla.
Degustación
La tarta de mousse de queso crema con interior de fresa no precisa mucho más acompañamiento. Si os apetece, unas frutas rojas para acompañar las fresas, como en mi caso que he puesto unos arándanos salvajes. Y si queréis, le queda muy bien el aroma que le proporcionan unas hojitas entremezcladas con la fruta, de menta o hierbabuena.
Tiempo de elaboración: 45 minutos + tiempo de enfriado
Dificultad: Media

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