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¿Es el asma?
La palabra asma proviene del griego asthma, que significa ‘jadeo’. En la actualidad se le utiliza para nombrar una enfermedad respiratoria en la cual se produce una obstrucción de los conductos bronquiales, provocando espasmos y dificultades para respirar.
En algunos casos esta condición médica es causada por alergia a distintas sustancias, como son el polvo o la humedad. Por lo general la reacción alérgica es típica de los niños, y en los adultos es más probable que el asma se asocie con infecciones respiratorias o disfunciones emocionales.
 Los síntomas del asma pueden ser distintos para cada persona, así como la frecuencia de su aparición. Pueden ocurrir diariamente, varias veces al mes, o incluso estar ausentes por años.
Es una respuesta orgánica usualmente nocturna, mediante la cual la persona se despierta tosiendo y sintiendo un fuerte ahogo. A veces se presenta un sonido sibilante mientras se realiza el esfuerzo por respirar. Hay algunos pacientes que sólo manifiestan tos seca.
En todos los casos la reacción termina por ir cediendo, se haya efectuado o no el tratamiento. Aun así, existen algunos individuos que padecen ataques de asma severos y prolongados, que deben ser hospitalizados para evitar situaciones límites.

El tratamiento más usual para aliviar el asma consiste en inhalar sustancias broncodilatadoras, tales como proventil, ventolin, xopenex, lo que estabiliza la respiración en un instante. Cuando el organismo no responde a estas drogas más simples, se hace uso de los corticosteroides.
También existen algunas drogas como la teofilina, que ayudan a prevenir los ataques de asma.
Los médicos aconsejan evitar las situaciones alérgenas, lo cual es fácil en el caso de los pelos de animales, pero el polvo, la humedad, el polen, así como otras partículas naturales, se encuentran en cualquier parte de nuestro entorno sin que podamos controlarlo.
Ante esta situación se le realizan estudios a los sujetos enfermos para definir cuál es exactamente el compuesto al que hacen alergia, y luego se preparan inyecciones para desensibilizar el cuerpo de dicha sustancia por un tiempo determinado.
Sin embargo, hay muchos asmáticos que de manera paralela apelan a métodos alternativos ―relajación, concentración, productos naturales― para evitar el uso excesivo de químicos que pueden afectar el sistema cardíaco y respiratorio.