martes

Huayruro

Huayruro o wayruro
Es una semilla de un color rojo intenso, si ésta tiene una mancha negra (la tercera parte de la semilla), se dice que es una semilla macho y si es sólo de color rojo es hembra.
El huayruro es también el nombre respectivo del árbol, su nombre científico es “ormosia coccinea” es una especie botánica de la familia de las leguminosas.
 El árbol crece solo en zonas tropicales y húmedas, se le encuentra en la Amazonía y Centroamérica. Alcanza los 30 a 35 metros. Tiene diversos nombres, en Peru´y Bolivia se le llama tradicionalmente huayruro.
La semilla es tóxica y por ninguna razón debe ingerirse. 
Quizás la definición más común o popular sea que representa la “semilla de la buena suerte”, sin embargo tiene otros usos tradicionales.
 Históricamente se tiene información del uso del huayruro desde épocas prehispánicas, los cronistas revelan del uso del huayruro en ceremonias rituales y como amuletos. Se sabe del hallazgo de huayruros en restos arqueológicos de la Cultura Chachapoyas (Pre-Inca).
En la actualidad su uso es bastante difundido en Perú, y sirve para atraer la buena suerte y evitar las energías negativas. Se usa también contra el mal de ojo en bebes (susto ante personas con energía fuerte o negativa) y como protector contra la envidia, para lo cual se recomienda portar siempre una semilla de huayruro. Otra de las propiedades que presenta es la unión de la pareja y la prosperidad.
EL MAL DE OJO 
El mal de ojo, es una creencia popular supersticiosa según la cual una persona tiene la capacidad de producir mal a otra persona sólo con mirarla. El "aojamiento" se suele contrarrestar en las manos del curandero, realizando diferentes rituales para alejar todo "daño" o "trabajo" que reside en la persona afectada. Popularmente se han buscado diferentes remedios, algunos muy propagados como pasarse el huevo o el cuy por todo el cuerpo dispersando el mal provocado por los enemigos.
 El huayruro desempeña un importante símbolo colectivo; culturalmente se utiliza el color rojo a fin de atraer la mirada en el objeto y no la persona que lo porta.
Una de las más difundidas prácticas de protección se relaciona con los niños pequeños; la forma más vista son las pulseras de huayruros que se les colocan contra las malas miradas y malos pensamientos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario