La vida te moldea, te va puliendo hasta darte forma, y aunque te empeñes en seguir un molde que habías visualizado y escogido, basándote en preferencias, ideales y sueños, lo más probable es que el contorno acabe variando, y la forma resultante de la experiencia difiera bastante de la que siempre habías imaginado.
Vives, te equivocas, das, recibes, cedes, resistes, te hieren, experimentas, intentas salir adelante, y por el camino, las muescas van marcando tu perfil y variando tu esencia.
Durante el viaje, la familia y los amigos te recogen a pedazos, te acompañan, te escuchan, te consuelan o te animan para poder seguir adelante, mejorar tu camino y acercarte a la vida que querías.
Gracias a ellos te descubres, identificas tus fortalezas y debilidades, sufres y disfrutas de quién eres y cómo eres, y te aportan esa valentía necesaria para luchar y tirar para adelante. Con los años compartes experiencias, alegrías y penas, y valoras esa compañía que te permite ser valiente, quererte, querer y cultivar la reciprocidad, la generosidad, la honestidad y la empatia.
Buen Jueves a todos;))) -me siento profunda y auténtica.
Silvia Pérez Olmos
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