Agradece lo que tienes y a quienes tienes a tu lado por estar ahí, y a todo el entorno que lo hace posible.
Mira las cosas como son.
Tienes que aprender a ver las cosas como son y no como te gustaría que fueran.
A veces, arrastramos engaños, supuestamente, para protegernos pero es mucho más positivo aceptar la realidad, tal cual.
Confía en tu fuerza interior.
Las palabras se las lleva el viento y lo que cuenta son los hechos.
Nuestros actos hablan de cómo somos, y reflejan nuestros pensamientos y creencias.
Si quieres que tu vida esté llena de buenas acciones, cultiva la fe: en tu capacidad de superación, en el pensamiento positivo...
Esta capacidad de confiar, te llenará de fuerza interior y además te ayudará a transmitírsela a los demás.
Dedícate tiempo. Si quieres mejorar tu vida, has de darte cuenta que el principal asunto que te compete eres tú.
¡Esto no significa convertirte en un egoísta!, sino que es necesario para mimarte como te mereces.
Aprende a apreciar los pequeños placeres para poder disfrutarlos sin depender de nadie.
Tú eres tu mejor posesión!!!
A disfrutar de la vida!!!— me siento fenomenal.
Silvia Pérez Olmos
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