Nuestro mundo, nuestra casa, nuestras cosas.
Todos tenemos de todo y cada cual construye su casa como le apetece y como quiere.
La va llenando de colores a veces en blanco y otras de arco iris.
En el norte o en el sur. Nos gusta que la bañe el sol, la arrope la luna y la bañen de estrellas.
Y despertar a la mañana al arrullo de jilgueros.
Esa casa, la que todos soñamos llenar y coserla firmemente a nuestros sueños. Poco a poco y con el aliado tiempo, se ira llenando de verdad, de autenticidad, cubriendo necesidades.
Con dedicación, sin trastos ni mentiras.
Con honestidad y cariño.
Toneladas de ternura, y canastos de delicadeza.
Un buen esqueleto para unos fuertes cimientos.
Sembrar un jardín de propósitos y cuidarlos con amor.
El futuro!!! A la vuelta de la esquina.
Feliz Domingo de Pascua ;)))
Silvia Pérez Olmos
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