No hay nada más poderoso que las ideas, aunque suene romántico, utópico… lo físico se acaba pero una idea, es una fuerza que queda en el aire, en el ambiente, puede arrastrar multitudes con más poder que algo físico.
Una idea puede destruir un país o puede levantarlo de las cenizas. Una idea…
Siempre y siempre perdurarán hasta la eternidad las ideas que vibran más alto… los altos ideales: el amor, la libertad, la justicia, la misericordia, el perdón, el sacrificio del yo.
Por supuesto el sacrificio voluntario de sí mismo, no obligado por nadie, en favor de otros, para que brillen estos ideales.
No en vano vemos como más de dos mil años después Jesucristo sigue vivo y sigue atrayendo y cambiando vidas tan contundentemente.
No en vano Gandhi fue y será un líder y un ejemplo a seguir.
No en vano Mandela depuso la violencia a favor de la vida de su pueblo y fue capaz del sacrificio porque lo amaba.
Accionemos el corazón y dejemos que entren en el aquellas ideas que pueden revivirlo y darle fuerzas para seguir adelante, para poder luchar por una sociedad más libre, más feliz pero de verdad. Lo que vibra alto nos estremece por dentro, nos revive, nos impulsa a la vida. Una vida que va más allá, hasta la eternidad.
Nos impulsa a abrazar al que tenemos al lado, al prójimo, quién es el prójimo sino el que tenemos al lado.
El tiempo se encarga inexorablemente de mostrar la verdad.
La verdad es lo único que nos hace libres.
La verdad, es aquello que el tiempo no ha podido derribar.
Todos estos ideales agarrados de la mano, inseparables.
Sueños y esperanzas que pujan con dolor cada día por andar y que anhelan el derecho de existir y hacerse realidad en este mundo.
Un solo toque basta para convencernos por el resto de la vida.
Feliz Miércoles ;)))
Silvia Pérez Olmos
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