Recuerdo la poesía de Antonio Machado que decía:
"...La felicidad pasó por tu puerta (...) Dos veces no pasa".
A partir de ese día crecí preguntándome si sería cierto que la felicidad se nos presenta una sola vez en la vida y que no volverá si la dejamos pasar en esa oportunidad.
Me lo preguntaba continuamente y trataba de estar atenta. No fuera cosa que llegara y no me diera cuenta.
Sin embargo, hoy entiendo que la felicidad no llega, sino que se conquista.
Y también creo, como ya he dicho, que se parece menos a la idea que de ella tenemos y más al disfrute de las cosas pequeñas.
A pesar de esto, indudablemente hay oportunidades que se presentan que nos pueden ayudar a conquistar la felicidad o la paz que añoramos.
Pero no creo que sea una sola en toda nuestra existencia.
Sí pienso que cada una pasa una sola vez y no vuelve.
Pero vendrán otras. La misma no porque cada una es única, como son únicos los instantes de nuestras vidas.
Y mientras perseguimos aquello que entendemos que nos traerá más felicidad, continuemos trabajando en nuestro interior con el objetivo de llegar al punto del que hablan algunos, ese punto en que estamos tan en paz con nosotros mismos que las circunstancias que nos rodean pierden peso. Como muchas veces la vida nos sorprende, suele suceder que las oportunidades que nos presentan para aumentar nuestra felicidad, no siempre son las que nosotros hubiéramos imaginado.
Por eso sugiero que sigamos atentos, pero ya no para evitar que se nos escape la única oportunidad, sino para aprovechar todas las que podamos y para entrenar nuestra mente a reconocer fuentes de felicidad... grandes, medianas y pequeñas.
Yo diría hoy: La felicidad pasó por tu puerta... y seguirá pasando.
Os deseo que pase continuamente por vuestras puertas y que aprendáis a conquistarla desde el interior, para que se vaya quedando.
Buen Martes "Santo" ;)))
Silvia Pérez Olmos
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