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LA DERIVA 
Vetusta Morla 
 La deriva (Pequeño Salto Mortal - 2014) es el título del tercer álbum de estudio de Vetusta Morla. Adelantado por una canción titulada Golpe maestro, y con la canción que aporta el título a la colección como primer single.
"Es más que ninguno de sus predecesores hijo de sus circunstancias, héroe y victima de su proceso y su contexto. La banda ha enfrentado su composición en un periodo muy breve de tiempo y rodeada por un cúmulo de factores emocionales, sociales y políticos que en los últimos años casi todos han resumido con la palabra 'crisis'.
Uno de esos términos que, a fuerza de desgaste, pierden su carga semántica, haciendo necesaria la búsqueda de un sustituto para poder avanzar, para poder describir mejor la realidad personal o colectiva. Vetusta Morla ha encontrado esa alternativa en La deriva".
En realidad se podría anunciar como el quinto trabajo de la banda después de grabar en vivo con la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia el Concierto en Favor del Conservatorio Narciso Yepes de Lorca (2012) y la banda sonora del videojuego Los Ríos de Alice (2013).
Vetusta Morla se plantea por primera vez partir de un concepto previo; en este caso, la deriva. "Es la idea de un tránsito intermedio entre un "crack" y un punto de llegada, casi siempre desconocido.
La deriva como espacio donde el cambio y la transformación son posibles, asumiendo al mismo tiempo temores, miedos, nostalgias y esperanza por el tiempo que se aproxima".
"La deriva como declive familiar, en una relación, en una comunidad o en un país. La deriva como descontrol sin nada ni nadie al mando, como cambio de rumbo, como violencia o calma, a merced de la naturaleza, el azar o ciertos caprichos.
La deriva como experiencia que facilita la empatia, la identificación o los sentimientos compartidos de todos los que se ven inmersos en ella".
"Paradójicamente el disco más urgente y rápido de Vetusta Morla ha sido el único que ha contado con una reflexión previa que les ha permitido usar, a priori, la deriva como un hilo conductor con el que enfocar y organizar el material que iban componiendo.
No se trata de lo que comúnmente se entiende por un álbum conceptual pero sí contiene esta idea, que ha permitido a la formación reinventarse sin dejar de ser ellos mismos, seguir creando fantasía con elementos cotidianos y encontrar algo relevante de lo que hablar en un tiempo en el que parece que siempre hay algo más importante y más apremiante que lo que uno se trae entre manos".
"Tras dos discos de estudio y después de otros dos trabajos que se basaban, uno en la épica emocional de una orquesta sinfónica y el otro, la banda sonora del videojuego Los Ríos de Alice, en la experimentación a escala doméstica; en esta ocasión, La deriva responde a la urgencia.
El sonido es ahora más crudo y frontal, con pocas concesiones a la envoltura armónica ni a la ensoñación timbrica, y la base rítmica cotiza al alza y se rebaja el número de elementos musicales que entran en juego, apostando por cierta aspereza sonora Y, buscando más la arista que el acolchamiento".
"En cuanto a los textos, el disco responde a la demanda de relevancia con un lenguaje más directo. No se renuncia a las imágenes elipticas características de la banda, ni a la sugerencia que deja espacio al oyente, pero se diluye la carga metafórica y poética en favor de la critica, la ironía y hasta el humor".
Manuel Colmenero y Javibu Carretero (XXL, Eladio y Los Seres Queridos, David DeMaría, Nena Daconte, Magnética, Indras, AER) vuelven a ejercer de productores, al igual que hicieran en los dos primeros álbumes del grupo: Un día en el mundo (2008), disco de platino con más de 40.000 copias vendidas y Mapas (2011), que alcanzó el disco de oro con más de 20.000 copias vendidas. Grabado en los estudios Sonobox en Madrid y también en Gárate Studios en Gipuzkoa, con una breve incursión en el Toni2, un legendario piano-bar de Madrid.
"Todos estos espacios han provisto de los pigmentos sónicos precisos para cada pincelada de un disco que tiene la osadía de pretender que se juzgue a Vetusta Morla prescindiendo de premios, citas, etiquetas y antagonismos trasnochados. Este álbum quiere ser una reconciliación de la belleza y el compromiso con la realidad, del entretenimiento y la emoción, una afirmación de la posición de la banda que no recurra a galones ni a medallas, sino a una honestidad a prueba de prejuicios y a la capacidad de seguir haciendo de sus canciones un material conductor de historias y emociones comunes a todos los que nos sentimos, para bien y para mal, inmersos en la deriva".
Disponible en CD, plataformas digitales de descarga y streaming, y vinilo (más tarde).

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