El secreto de la vida es que no tiene ningún secreto.
La vida está echa para vivirla, no para entenderla.
Encontraremos sentido a la vida cambiando nuestra actitud hacia ella, cambiando nuestra conducta negativa y aprendiendo a comunicarnos con nosotros mismos y con los demás.
No se trata de buscar el sentido de las cosas, sino de introducir nosotros mismos el sentido en ellas.
Somos nosotros los que debemos darle sentido a la vida porque ella en sí no tiene ninguno.
Tú decides si la vida es complicada y cada vez se puede complicar más, o si es simple y cada vez se puede simplificar más.
Se trata de vivir la experiencia pura en la vida corriente, en cualquier lugar que estemos.
La vida no es justa, y debemos aceptarlo, pero tampoco es injusta. Es como tú quieras verla.
Siempre pensamos de forma dual: Blanco/negro, bueno/malo, correcto/incorrecto, cielo/infierno… etc.
La paz llega cuando eliminamos de nuestra mente todas esas ilusiones de dualidad.
Hay que tener claro que principalmente estamos aquí para aprender y disfrutar lo máximo posible de esta experiencia, para desarrollarnos como seres humanos y debemos aceptar los “reveses” de la vida como algo natural sin resentirnos.
En definitiva, daremos sentido a la vida evolucionando en valores y aceptándola tal como es.
La aceptación de lo inaceptable es la mayor fuente de gracia en este mundo.
Debemos recordar a diario que no duraremos para siempre, la vida es esto, aquí y ahora.
El presente es todo lo que tenemos y realmente puede ser mucho.
Si permaneces inactivo/a te perderás las experiencias más maravillosas de la vida.
Las excusas sólo valen para huir de la realidad y evitar enfrentarte a las situaciones.
Si quieres darle sentido tu vida no la malgastes; toma acción y actívate, porque si siempre haces lo mismo, siempre obtendrás lo mismo.
Y no te tortures porque hay preguntas que simplemente no tienen respuesta.
Recuerda: el sentido de la vida es vivirla.
Feliz Viernes y buen "finde" a tod@s ;)))
Silvia Pérez Olmos
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