martes

Las decisiones en el laberinto.

Las posibilidades son múltiples; algunas elecciones son sencillas, otras sensatas, unas temerarias... y algunas peligrosas. 
Eres tú quien debe tomar las decisiones. 
Puedes leer este libro muchas veces y obtener resultados diferentes. Recuerda que tú decides la aventura, que tú eres la aventura. 
Si tomas una decisión imprudente, vuelve al principio y empieza de nuevo. No hay opciones acertadas o erróneas, sino muchas elecciones posibles. 
Es por esa imposibilidad de volver atrás que a veces no nos resulta fácil tomar decisiones. 
Tememos equivocarnos y preferimos seguir contando con la posibilidad de elegir. Sin embargo, optar por algo es renunciar al resto. Pero no elegir no significa quedarse con todas las posibilidades sino no tener ninguna. Es así en las distintas facetas de nuestra existencia. 
Creer que evitar decidirnos por una opción implica que siempre dispondremos de todas es un mero espejismo, un engaño. 
Visto de lejos parece así, pero no lo es. Por ejemplo, cuando elegimos amar a alguien renunciamos a las otras posibles personas. 
Se puede no comprometerse con nadie para continuar teniendo todas las posibilidades a mano, pero estas posibilidades son sólo aparentes porque aquel que no puede decidirse por una lleva la imposibilidad dentro suyo. 
No importa cuántas opciones tenga, si no elige una, ninguna será suya. En el laberinto de nuestras vidas nos encontramos constantemente frente a caminos que se bifurcan. 
Quedarnos paralizados por la indecisión no detendrá el mundo a la espera de que hagamos nuestra elección. 
El sistema de los laberintos continuará interactuando y el solo paso del tiempo puede hacer que algunos caminos desaparezcan. Entonces, no nos auto-engañemos y tomemos las decisiones que sean necesarias. 
No sea que por quererlo todo un día nos encontremos sin nada. 
Buen Martes a tod@s ;)))
Silvia Pérez Olmos

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