lunes

¿eres celosa/o?

Los celos son un sentimiento universal que comprende tres elementos: él, tú y una tercera persona. Los celos aparecen cuando tenemos miedo de perder a nuestro amor u objeto de posesión, y nos angustiamos o sospechamos de forma desmedida. En la sociedad moderna, la estabilidad familiar ha hecho que sus miembros puedan expresar mejor los sentimientos desde el punto de vista social. Por tanto, es una emoción que no se niega, y de la cual no se avergüenza nadie a menos que supere ciertos límites y no se convierta en patológica.
Según Freud: "el drama de los celos tiene sus primeras raíces en el complejo de Edipo, cuando el niño se identifica con los padres del mismo sexo y siente celos porque querría tener sólo para él la atención del sexo opuesto. En la edad adulta, el amor exclusivo por el progenitor del sexo opuesto se revive cada vez que se tiene miedo de perder a la persona de quien es emocionalmente dependiente".
El miedo al abandono y al rechazo no sólo son motivos de angustia que aparecen en nuestra infancia, sino que también es un fantasma que planea sobre nosotros en la madurez. Es difícil tratar de entender cómo los celos se pueden transformar en un tormento para el alma y en un veneno para nuestra existencia.
Podría hablarse de varias categorías de celos que pueden dominar al hombre o la mujer.
Tipos de celos:
-Celos concurrentes o normales: Relacionados con la inseguridad. Se tiene miedo de perder a la persona querida. La actitud celosa se tiene contra un tercero al que se considera rival.
En este tipo de situaciones los celos, se puede canalizar de una manera positiva, es decir replanteando la relación, si es que a caso hay falta de comunicación y es hora de tomar cartas sobre el asunto. Es decir, podríamos darle la vuelta y sacar provecho a esa luz roja a nuestro sensor.
-Celos proyectados: Se da tanto en los hombres como en las mujeres. Nace por un deseo de ser infiel a la persona querida, pero que no se tolera y queda reprimido. Los sujetos que niegan experimentar tentaciones de infidelidad (en su realidad inconsciente), sienten tal presión, que suelen acudir a un mecanismo inconsciente para aliviarla: proyectan sus propios impulsos de infidelidad en la otra persona.
Y por lo tanto la acosan, la persiguen, siempre están urgando en las cosas de la pareja (carteras,bolso, ropa íntima, los cuellos de la camisa) para encontrarle alguna prueba de que le está engañando con otro.
Los celos patológicos: El sujeto que padece esta enfermedad “vive” en un estado de infelicidad, en función de sus miedos y sospechas de engaño, muchas veces completamente infundados y prácticamente no acepta otra condición de verdad que no sean las evidencias que confirman su inseguridad en la relación. Los celos patológicos pueden manifestarse indistintamente en hombres o mujeres.
Los celos causan mucha angustia e infelicidad y aún provocar el daño al ser objeto del celo, incluso hasta lograr una respuesta física de agresión desmedida terminando, en la reclusión (secuestro), en el asesinato o agresión física. Este nivel de celo es muy difícil de curar y las personas que lo padecen tienen grandes posibilidades de llegar a situaciones extremas si no se someten a un especialista.

1 comentario:

  1. Después de leer este artículo, me siento aliviada, pues he llegado a la conclusión de que no soy celosa, hombre he llegado a padecer los celos normales, los que se tiene cuando quieres tanto a alguien que temes perderle, pero incluso ahora no tendría ni esos, la experiencia me ha hecho ver que es mejor tener confianza que padecer celos, pues los haya o no, el final o la continuidad de algo, sucederá con ellos o sin ellos, asi que para qué vivir con esa inseguridad.....

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