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Emoción, tradición y libertad son algunos de los valores del fado en opinión de la portuguesa Carminho, que el pasado dia 6 estreno su segundo trabajo de estudio, "Alma", donde vuelve a demostrar que cada vez que canta un fado "es como si fuese la última".
Hija de la fadista Teresa Siqueira, Carminho confiesa sentir, una gran "responsabilidad" por un género transmitido entre sus antepasados. "Esta música no es mía, es de todas las personas que me enseñaron a mí", resalta.
Manteniendo intacto ese respeto, la joven vocalista ha intentado que su nuevo álbum sea más "abierto" y "accesible", incluyendo novedosas instrumentaciones, como las aportadas por un cuarteto de cuerda en uno de los temas, la desnudez lograda mediante el piano y el contrabajo en otro y el uso de percusiones portuguesas.
Mientras, el repertorio vuelve a combinar "pasado con futuro", autores ya fallecidos, como Carlos Conde y Vinícius de Moraes, con otros provenientes de las nuevas generaciones, entre los que se hallan Mario Pacheco y Diego Clemente.
Sirviéndose de melodías que hunden sus raíces en los inicios de un género que la Unesco declaró patrimonio inmaterial de la Humanidad el pasado noviembre, Carminho canta al amor en todas sus variantes.
"La materia prima del fado son las emociones", recuerda la artista antes de destacar la importancia de la "intención" en una música que proporciona "un diálogo para el alma", a diferencia de otros sonidos más superficiales, que califica como de "eat and go".
Historias más desenfadadas, como la que protagonizan en "Bon dia amor" una jorobada enamorada en secreto de un herrero y la que da lugar a "Malva-Rosa", que la portuguesa entona a viva voz, también forman parte de "Alma", que busca repetir el éxito de su debut, "Fado" (2009).
Por su parte, "Impressão digital" supone un "himno" al respeto de las diferencias, de las "distintas miradas" que artista tanto valora. "El respeto mutuo entre las personas es un camino de paz", asegura.
Volviendo sobre sus inicios, la fadista recuerda sonriente su adolescencia, época en la que sentía "vergüenza" y evitaba mostrar su arte a sus compañeros de instituto, acostumbrados a géneros más comerciales.
Con muchas más confianza que entonces, defiende orgullosa que "el fado no va a cambiar para que lo pasen por las radios" y celebra el apoyo que las instituciones públicas de Portugal vienen dando a su música más longeva en los últimos años.
Acompañante de excepción de Pablo Alborán en el exitoso "Perdóname", Carminho califica al malagueño como su "alma gemela musical" y "un amigo verdadero" junto al que espera poder seguir colaborando "toda la vida".
Un agradecimiento que extiende al público español por su "cálido" recibimiento, materializado el pasado mes de diciembre en Madrid, cuando recibió una enorme ovación al ser invitada a subir al escenario por Alborán.
"Alma" llegará a las tiendas este martes, sirviendo su publicación de preámbulo a la gira que la portuguesa prevé iniciar a continuación.