
"Mi tío bisabuelo, Juan Talavera, era armador en Barcelona y representante de la naviera White Star en España cuando visitó en 1910 los astilleros de Harland & Wolff en Belfast", explica Pedro de Leana, propietario del Balneario de Leana en Fortuna que celebra la cena conmemorativa en un comedor inspirado en el del barco. "Quedó tan fascinado por el restaurante de primera clase del Titanic, que, cuando volvió a Murcia, decidió replicarlo en el balneario".
Helos aquí...

Ahí está la misma columnata central, los detalles navieros en el reloj y las ventanas, y molduras similares que se mandaron hacer en Barcelona y llegaron en burro a Fortuna. La gran diferencia: el techo. "Nosotros no teníamos la limitación de altura que existe en un barco", explica el dueño del balneario.
La vinculación de barco y balneario no acaba ahí... El tío bisabuelo, también se inspiró en la escalera imperial del Titanic para la de su alojamiento murciano, casi casi como en Hollywood. La relación continuó a lo largo de generaciones. En 1990 Pedro y su padre asistieron a una subasta de los objetos encontrados en el pecio por el oceanógrafo Robert Ballard. "Compramos un trocito de carbón original de la caldera número 4 y también réplicas de platos y copas de vino de primera clase", cuenta Leana que tiene una pequeña exposición con estos objetos, maquetas y fotos de la historia del barco.
En la exposición también hay un libro de cocina con recetas de los platos que se sirvieron a bordo. "Un menú de comida francesa de principios de siglo que hemos adaptado ligeramente", explica el hostelero que también es perfumista y, rizando el rizo de esta historia, saltó a la fama el año pasado cuando se supo que miembros del Partido Demócrata le habían encargado un perfume para Barack Obama que sigue enviando a la Casa Blanca.

Y todo por 210 euros el fin de semana del 13 al 15 de abril, con alojamiento en el hotel del balneario, media pensión, cena conmemorativa del Titanic, masaje de aromaterapia, piscinas termales y spa romano (el recinto incluye las ruinas romanas del balneario de Fortuna).
Para el experto, todo lo relacionado con el Titanic llama tanto la atención porque "aquello fue más que un naufragio". "El Titanic simboliza el hundimiento de todo un estilo de vida, la belle epoque, ese lujo exacerbado que acabaría de golpe con la Primera Guerra Mundial, esa osadía de hacer un barco insumergible que al final se hundió, con sus pasajeros ricos y pobres, con sus ascensores...", dice Leana. "Es todo un símbolo de la fragilidad humana".
Un símbolo que el próximo 14 de abril atracará en pleno secarral murciano.

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