Cruces Celtas

Si revisamos la historia de los celtas nos podremos dar cuenta de la gran importancia que tenían las cruces en todos sus dogmas, lo que los llevó a colocarlas como señales en aquellos sitios que ellos consideraban sagrados, pero que, a la vez, permitían que los viajeros o peregrinos encontraran un lugar seguro donde protegerse y descansar, y también donde invocar a sus dioses y rendirles devoción.
Los irlandeses de hoy utilizan mucho este símbolo para sus trabajos de joyería, pues encuentran en esta figura un fuerte sentimiento religioso que los une con sus raíces y con sus costumbres de muchos siglos.
 Podemos apreciar que las cruces celtas llevan un círculo en el centro del mismo símbolo, lo cual se convirtió en la representación de los misioneros en Irlanda y en muchas regiones cercanas a este país.

Sus orígenes parecen estar durante las épocas de los druidas, quienes al parecer podrían haber sido los forjadores de las primeras cruces celtas y para lo cual utilizaron el círculo como una representación del sol considerado el creador de todo lo existente, según ellos-.
Lo que sí se sabe, es que con la llegada del cristianismo, la fe por las cruces celtas se vio ampliamente reforzada llegando a considerar el círculo central como el halo que rodeaba la cabeza del Hijo de Dios. En algunos otros casos se les ha asignado una antigüedad de varios miles de años, lo cual les confiere un misterio muy particular sobre sus orígenes, haciendo creer a muchos la existencia de culturas muy desarrolladas por aquellos tiempos, aún cuando los historiadores e investigadores ven imposible que por aquellas épocas pudieran haber existido sociedades con este tipo de conceptos.
 Lo cierto es que aún cuando no se ha podido establecer a ciencia cierta cuándo se originaron, se sabe que tuvieron un significado muy especial para ellos y que, definitivamente, establecía un fuerte lazo con sus deidades. 

Significado de deidades:
Una deidad es un ser al que se le atribuyen condiciones propias de una divinidad.
El término, que proviene del vocablo latino deĭtas, se puede utilizar como sinónimo del dios o de los dioses de una religión.
Las deidades, por lo tanto, son seres sobrehumanos que exceden a lo natural. Lo habitual es que las deidades sean adoradas, cuenten con fieles o seguidores y se les rinda tributo.