Limita al Norte con los términos municipales de Fuente Álamo y Monte Alegre del Castillo; al Sur con Abarán, Cieza y Fortuna; al Este con Abanilla, Pinoso y Yecla; y al Oeste con Ontur, Albatana y Hellín. El medio natural del municipio está condicionado por la acción del hombre, que lo ha transformado para su uso y aprovechamiento, y por el clima, que varía ostensiblemente entre una zona u otra.
Esto hace que su paisaje, flora y fauna sea muy heterogéneo, con un gran contraste entre las zonas agrícolas y las de montaña. En sus límites destaca el Parque Regional de la Sierra de El Carche y el de la Sierra de La Pila.
La historia de Jumilla está marcada por ser cruce de caminos y culturas, y por el esfuerzo de sus habitantes por convertirla en la ciudad que hoy es. Los distintos yacimientos arqueológicos esparcidos por el municipio nos hablan de una historia larga e intensa que comenzó hace 450.000 años. Los jumillanos han sido testigos privilegiados y partícipes, en algunos casos, de las guerras entre cartagineses y romanos; de las luchas entre musulmanes y cristianos; de los enfrentamientos durante el marquesado de la Casa de Villena; de la contienda por la independencia de España; o de las batallas entre hermanos durante la Guerra Civil.
El patrimonio del municipio es un fiel reflejo de su historia. Amplio y variado. Su Casco Antiguo, declarado Conjunto Histórico Artístico en 1981, nos sorprende, de vez en cuando, con una iglesia, una casa solariega, una bella reja o un escudo nobiliario, como la Iglesia de Santiago Apóstol, Monumento Nacional; el Casón, construcción funeraria de la época romana y Bien de Interés Cultural; el Palacio del Antiguo Concejo; o el Teatro Vico, entre otros muchos. También destacan, con la misma o mayor importancia, las pinturas rupestres del Abrigo del Buen Aire, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998; el yacimiento de Coimbra del Barranco Ancho, Bien de Interés Cultural; o su Castillo, en cuyo asentamiento ya había fortificaciones en la Edad del Bronce.
La economía jumillana está basada en la agricultura y en la industria alimentaria y de servicios derivada de ésta.
El viñedo es el principal cultivo y sus vinos, con Denominación de Origen propia, han alcanzado fama internacional.
Las fiestas del municipio tienen gran arraigo entre la población jumillana. Las más importantes son la Semana Santa y la Feria.
La Semana Santa, declarada de Interés Turístico Nacional, es de las más antiguas de la Región y participan más de tres mil nazarenos.
La Feria, que se desarrolla en la semana que se celebra la Virgen de la Asunción (15 de agosto) incluye los Moros y Cristianos y las Fiestas de la Vendimia, más recientes y también declaradas de Interés Turístico Nacional.
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