Es difícil acompañar a otros cuando atraviesan por un momento difícil, porque no sabemos que decirles, porque nos sentimos impotentes frente a la posibilidad de ayudarlos, o porque implemente no queremos ser inoportunos… pero lo cierto, es que nuestra compañía, respetuosa, silenciosa inclusive y atenta, puede ser un bálsamo maravilloso para el/la que necesita sentirse comprendido, acompañado y escuchado por alguien que no lo juzga, no lo interrumpe y no le dice que invalide sus sentimientos mas profundos.
Cuando nos dejamos llevar por la compasión, súbitamente experimentamos una fuerza que nos impulsa a vencer cualquier resistencia interna, para acercarnos a la persona que nos necesita. Es maravilloso sentir esa fuerza interior… y observar cómo se traduce en alegría y vitalidad y confianza en nosotros.
Recuerda que todo pasa, que la ayuda siempre llega y que dentro de ti se encuentra la fortaleza que te ayudara a salir adelante y a volver a comenzar!!!
Buen Sábado ;)))
Silvia Pérez Olmos
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