Soy de esas personas de puntualidad inglesa, me molesta llegar tarde o que me hagan esperar.
Yo, prefiero que me sobren minutos a que me falten.
Soy observadora, callada, reflexiva y exigente conmigo misma sobre todo.
Pero, para ser feliz no hay que callarse nada, eso, lo aprendes con el tiempo.
Me siento feliz dentro de mis años, pues me dicen que no los aparento.
Quizás, una pega, es que ahora, van demasiado rápido.
Pero tengo claras muchas cosas. Tengo claros mis deseos, tengo esperanza y tengo intención de que todo sale bien.
Me emociona la vida, la buena gente, los afectos, los abrazos, las sonrisas, la ternura, los buenos actos, la positividad, el buen humor.
Me emocionan las pequeñas cosas, los detalles que a muchos pasan y que otros ni siquiera perciben.
Mi sensibilidad me ha pasado factura muchas veces, porque este es un mundo de depredadores donde cuentan muy poco los sentimientos, pero yo he ido recogiendo cascarillas y ya tengo un canastito.
Virutita a virutita mira por donde!!!
Me ha servido para aprender… He aprendido a ser fuerte, he aprendido a no callarme ni debajo del agua!!!
He aprendido, que no todo vale.
He aprendido que tener mucho, no es ser más feliz.
He aprendido a pasar, de quien lastima porque es un/a amargado de la vida, a ser yo! Y me siento maravillosamente bien!
No voy a renunciar a la libertad de equivocarme!!!
Feliz vida a tod@s y buen Jueves ;)))
Silvia Pérez Olmos
No hay comentarios:
Publicar un comentario