De este modo, durante las próximas tres semanas viviremos muy intensamente una de las competiciones más esperadas de la temporada.
Todo comenzará con el partido inaugural entre la anfitriona Polonia y Grecia, aunque es evidente que la principal atracción reside en el resto de grupos. En el B, la espectacular pugna que protagonizarán Portugal, Alemania y Holanda por hacerse un hueco en los cuartos de final promete ser memorable.
A su vez, el grupo C se antoja como un duelo directo entre España e Italia, el mismo que se producirá el próximo domingo cuyo resultado podría ser determinante al término de la fase de grupos.
Finalmente, en el último emparejamiento, una Francia muy potente y una Inglaterra desconocida y mermada por las lesiones se erigen como las dos favoritas para alcanzar la siguiente ronda.
Con todo, es evidente que, sobre el papel, España parte como favorita ya no solo por su condición de vigente campeona continental y mundial, sino por el soberbio juego que practica gracias a la presencia de esos ‘locos bajitos’ cuyo toque es como una lluvia fina que acaba por empapar al rival.
De todos modos, cometerá un gran error La Roja si se confía en exceso, puesto que combinados como Holanda, vigente subcampeón del mundo, Alemania e incluso Francia se presentan a la cita en un gran estado de forma y con la etiqueta que les destaca también como otros firmes candidatos al título.
A su vez, tampoco debería menospreciar a República de Irlanda ni a Croacia, selecciones a las que están en su mismo grupo y que podrían dar la campanada tal como hizo Suiza en Sudáfrica.
Sin duda alguna, comienza ya uno de los torneos internacionales más fascinantes e igualados de la última década.
Quizás es, incluso, el más importante para España, ya que como apunta un dicho que rodea siempre al deporte, “lo difícil no es llegar, sino mantenerse”.
¿Logrará La Roja sumar su tercer título consecutivo?
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